I amar prestar aen

«I amar prestar aen…
The world is changed.
Han mathon ne nen…
I feel it in the water.
Han mathon ne chae…
I feel it in the Earth.
A han noston ned gwilith…
I smell it in the air.»

«Much that once was is lost. For none now live who remember it.»

Comment 27.7.2010

Tamaña declaración de intenciones, o de hechos. Y tan poco me queda por añadir.

Seguiremos madurando con cada sorbo y seguiremos muriendo, decrépitos, inmersos en nuestra inmadurez, qué importa.

«Cada noche, en el plenilunio de las sombras, florece en la penumbra de nuestro interior el fruto y origen de todo nuestro temor, de todo nuestro dolor y toda nuestra ira. Con sangrantes pétalos negros asoma a la realidad sabiendo que será eternamente regada por nuestra sola existencia. Sempervivens.»

Porque parece, ciertamente, que ella se traga todos nuestros esfuerzos, todas nuestras energías. Se convierte en pozo de negrura que absorbe sin tregua nuestras esperanzas y alimenta desde las sombras la certidumbre de los filósofos malditos.

En fin.

Para Rafa II

NIHIL PLUS ULTRA

Para Rafa

  Saludos, buen señor, encantado de conocerle. Le escribo esto a día 29 martes de abril del 2008, a dos días de mi decimoséptimo cumpleaños, mientras escucho el principio de la 3ª canción de la BSO de Amélie. Y puesto que estas canciones me recuerdan inevitablemente aquella noche en que me senté en el sofá del "otro piso" para pensar en Marina escuchando estas melodías, hablaré de ella. Aquí y ahora me pregunto si sigues con ella, si piensas en ella, si echas de menos su piel y sus ojos… (Estoy escuchando la 4ª canción, cómo no). Espero por tu bien, en serio, que si lo vuestro (nuestro) ha terminado, no hayas sido tú el culpable o, al menos, no lo hayas hecho de forma que le duela. Tú ya sabes cuánto la quiero y, por hoy, es mi preocupación la que más segundos ocupa mi mente.
  De Marina ya podremos hablar en otra ocasión más profundamente pero, hasta entonces, frivolicemos… El exámen de hoy (matemáticas con Bart, obviamente) ha resultado ser más difícil (jodido en realidad) de lo que pensaba, por lo que si realmente los resultados que de este se derivan son negativos, te doy permiso expreso para cagarte en mis muertos (por cierto, te digo esto porque sé que te gustará: Dib., Alt., Mat.; Gimn., Inf., Leng.). Por cierto, ¿Qué coño estás haciendo con mi vida? ¿Acaso estás haciendo Informática? ¿Acaso albañilería? Desde aquí no lo tengo muy claro, ruego que me disculpes. ¿Sigues teniendo esa sensación de extrañamiento repentino y contuntendente? Cuesta pensar, decidir, actuar… Es frustrante. También es patético que se lo atribuya al sueño (6 horas y media al día), pero a ver… ¿Has escrito al fin algo que merezca la pena? Si es así, bravo por ti, si no… bueno, no me extraña. Ahora llega un punto en que me dirigo a ti, inepto/a que estás leyendo, déjalo y vete por ahí (aunque sé que no me harás caso me he quedado agusto). Por cierto, buen señor, tengo mala letra, ¿eh? Ahora mismo creo que se debe a mi estado de agitación, tal vez el ordenador, no sé (¿has recibido el ordenador que te mandé?). Mamá ha llegado hace un rato, y ahora suena la 9ª canción, muy buena.
  Suena triste, lo sé, pero en verdad no sé qué más escribir. Acaso que mañana salgo con Marina por la tarde (iré a su academia, seguramente) porque el jueves se va a Cazorla. A ver, tío, ¿has podido aguantar el suficiente tiempo sin leer esto como para sacar de entre la niebla del olvido la sensación que acude cuando escuchas la 10ª, las caras de la gentecilla que me rodean ahora? Si es así, escribe otra vez, inmediatamente, escríbeme otra vez, escríbeme otra vez mientras escuchas la maravillosa 11ª, piensas en Marina, en Elisa, en nuestros padres, en la playa, en el sol, la luna, en mí y en ti. Es ñoño, lo sé y lo admito, pero como ejercicio no está nada mal (desde luego comparado con una "composición" de inglés acerca del acceso a la información (Ureña, claro) o que los ejercicios de Dibujo. En fin tío, aquí concluyo esta obra atemporal y extraña, pidiéndote que no pierdas de vista a Ellos y que [te cuides (esto tachado)] me cuides mejor que yo a ti.

   Saludos
                       Rafa

                       [FIRMA]

               13ª

                                                                                                                               No temas al punto sino a los espacios en blanco.

El fin de todas las cosas

Quiero la apoteosis, quiero el final inevitable que he estado evitando. Un final que podría ser retomado después, o podría no serlo.

Pero quiero dar el paso. El mismo tipo de paso que diste aquel día, ahora lo quiero reafirmar yo. Me gustaría decírtelo en persona, si es que puedes salir conmigo alguna de estas tardes o mañanas, y espero que sí.

Pero si no puedes, ahora te lo digo.

Quiero terminar con toda esta cadena de sufrimiento. Sufrimiento y esperanza y felicidad que no generan más que más sufrimiento. Sufrimiento y dolor que se amplifican, a costa de cada caricia, de cada palabra tuya y que me carcomen. Sufrimiento que me quema cuando, después de liberar una pequeña porción en un espacio ya desaparecido, me amenazas con lo mismo que tendrías que haber venido cumpliendo desde el 22 de mayo, con dejarme atrás, con obligarme a olvidarte.

Voy a seguir pensando en ti, voy a seguir saludándote si te veo por la calle, pero quiero que sea esta noche la última que me duermo pensando en ti, la última en que mira las estrellas caer sobre este mundo desierto, desierto porque no estás tú a mi lado para ver la amplitud de mi felicidad o de cualquiera que sea la sensación que me inunda cuando estoy contigo.

Quiero huir desesperadamente de esa llamada salvaje, de ese influjo poderoso que ejerces sobre todos, o al menos algunos, de los que te rodean, de los que te quieren. Ese influjo que hace que, aun malherido, me arrastre por el fango hacia ti elevando una súplica de perdón que no siento por ningún lado. Una súplica que elevo con la única intención de seguir teniéndote a mi lado.

Quiero desaparecer de este campo de energía que atenaza mis sentidos, que me atormenta y hace que sean mis propios sentimientos, y no tus palabras ni tus acciones, los que retuerzan sus manos alrededor de mi corazón.

Quiero, en definitiva, alejarme de una de las personas que más ha influido en que yo sea quien soy. Quiero alejarme de ti, de la mujer con la que he perdido la virginidad, de la mujer junto a la cual he aprendido el significado de vivir, de temer, de sufrir, de sentir placer, de conocer la felicidad y la miseria.

Y esto lo voy a publicar, no en un acto enfermizo de venganza o lástima o una acción de guerra o lo que sea que pueda parecer en principio. Sino porque quiero compartirlo con el que lo quiera intentar comprender, reafirmarlo y porque, sencillamente, quiero hacerlo. Con muchísima, créeme porque conozco las dos situaciones, con muchísima más fuerza con la que publicaba mis entradas ensalzando nuestro amor.

Por último, solo decirte, no una lección, aunque te lo tomes así. No una lección sino un consejo. Con la misma fuerza con que analices la fuerza con que los demás te atraen o te repulsan, intenta analizar la poderosísima fuerza con que tus palabras y acciones influyen a los demás y les hace redimensionar su vida alrededor de la tuya. Lo haces de forma inconsciente, pero por favor, intenta hacerte una idea de cómo consigues que los demás obdezcan tus órdenes tácitas y jamás pronunciadas.

Farewell, Marina.

Apoteosis

-Hummm… Mira, nene, mejor no te digo lo que estoy pensando…
-No, si ya han dicho muchas cosas, venga, dilo.
-No, no, que…
-Venga.
-Pues creo que es una zorra y lo que te han hecho no es de ser personas. ¿Tú qué crees?
-Que no puedo pensar eso de ellos.
-¿Por qué?
-Porque son mis dos mejores amigos.
-Eso no lo hacen los mejores amigos.
-Pues yo qué sé.
[…]
-Y qué, Lorena… joder, es su forma de encontrar la felicidad, ¿no? Yo lo hago de una forma, ellos de otra.
-Pero que (blablabla)
-Y qué, ahora son felices. Es su forma de encontrar la felicidad.
[…]
-Pues seré masoca, tío, pero quiero seguir relacionándome con ellos como he hecho todos estos años.
-Yo no lo haría.
-Pues yo sí.
[…]
-¿Seguro que no quieres estar cerca de ella porque aún la quieres, y ella porque así se siente menos culpable?
-Lina, quiero creer que nuestra amistad se puede salvar. Que podemos coger todo lo que hemos aprendido del otro y de nosotros mismos y construir algo que dure y se enriquezca de todo esto.
[…]
-Lo que tienes que hacer es pasar de ellos.
-Pues lo que voy a hacer es intentar mantener a mis dos mejores amigos.
[…]
-Bueno, espera, deja que lo piense… (pausa). No, sí, sí que hay unas reglas universales.
-Pues, tío…
-Que no, que no, que no sois especiales.
-Pues di lo que quieras.
-Esto no es gris, ni tonos de gris ni pollas, esto es blanco o es negro. Y lo que se puede aplicar a los demás se puede aplicar a vosotros.
-Da igual. No nos conoces, no esperaba que lo llegases a entender, pero somos diferentes y sé que podemos seguir con esto.

  Y la apoteosis es que ya os he perdido. Os perdí el día 22 de mayo. Os perdí y he tardado más de dos meses en darme cuenta de que, pese a las decisiones que habéis tomado desde entonces y antes aún, el haberos perdido es por entero decisión mía, igual que el haber insistido en que algo podría quedar. Tal vez Lina tenía razón. Bueno, Lina y Guille y Lorena e Iñaki y Álex y Silvia y Rebeca y Elisa y Luis, sobre todo Luis.
  Me la sudan, no encuentro una palabra más sincera. Me la sudan las supuestas leyes universales de comportamiento en que algunos de esos han insistido. Lo que habéis hecho podrá estar mal, mas ha sido óptimo. Pero yo… yo he luchado contra la parte que os odia, que desde ese maldito sábado, desde ese maldito jueves, ha querido cortar con vosotros cada mínimo nexo, cada posible unión accidental de nuestras personas. ¿Pero no sería esto, precisamente, lo óptimo? Al menos teniendo en cuenta lo que se ha sufrido por culpa de la decisión de intentar salvar esto.
  ¿Pero cómo voy a hacerlo? ¿Cómo cojones voy a conseguir separarme de vosotros, mis almas gemelas, mis escisiones de conciencia, mis jodidos hermanos?
  Bueno, parece que, inconscientemente, he hallado una solución, darle cabida en este mundo al odio, a la enfermedad, el caos y la desesperación que habitan en mí (habitan en mí, yaciendo en decúbito supino junto a los sueños en que te abrazo, te beso, te acaricio y te digo que ahora todo está bien). Así todo es más sencillo. Ahora me odiáis, ahora podéis odiarme abiertamente y alejarme de vosotros a patadas. Esto espero, ciertamente. Espero que me echéis de vuestras vidas con todas vuestras fuerzas unidas. Espero que me arrojéis lejos porque, si no, tal vez querría seguir junto a vosotros, balbuceando necedades mientras sueño con tus’ labios y con tus» kebabs. Hiriéndoos con sarcasmos baratos mientras me desangro por dentro por el hecho de odiar tan profundamente a las dos personas a las que más he amado de mi vida (a las dos personas a las que más amo).
  [(Por cierto, no era mi intención ponerte de zorra. He releído varias veces mi entrada y no veo esa definición por ningún lado. Era una definición de la fuente de mi dolor, no me gusta, ahora, la forma en que lo hice, pero es eso, no un insulto ni una forma de despreciaros. No pretendía echaros absolutamente nada en cara sino definir mi dolor)]
  ¿Qué importa, en realidad, todo esto? Tal vez hayamos muerto para siempre, tal vez algún día todo sane y volvamos a recuperarlo. Tal vez consigamos perdonarnos. Tal vez no.

  Esto es lo único que puedo añadir:
  Os odio, os quiero. Y, por supuesto, no quiero ahora haceros daño. No quiero añadir al dolor preexistente la más mínima unidad de dolor más, no quiero ser causa de más sufrimiento, de más degeneración y mierda de la que ya el mundo tiene suficiente. Pido disculpas por lo que la zozobra y la puerilidad de mi conducta ha causado desde finales de mayo.
  Aún os odio pero, por supuesto, aún os amo.

Entropía

Divina Comedia. Entiéndase como un descenso a los infiernos en busca de la amada…

He
abierto la ‘Caja de Pandora’. Y al abrirla han salido al exterior, con
voz grave y ronca, miles de furias. Hay odio en ella, hay odio y maldad
y enfermedad y caos. Un caos tangente, una entropía cruel que destroza
y mutila y arranca y desgarra y tritura mis entrañas. Un caos
materializado en una mente doliente (me alegro de que no lo entiendas,
Alchemyca, me alegro muchísimo).

El que la abre se va, portando
en su interior todo este odio, este rencor infundado, construido sobre
la nada disforme, con todo este dolor cáustico (siempre, siempre
cáustico). Los otros se quedan con la caja, ya pueden vivir dentro, ya
es cómoda, ya es agradable. En ella queda ahora todo lo bueno, todo el
amor y el cariño y la pasión…

Uno cae, dos se alzan.

Óptimo.

Vivo

Respiro hondo, miro alrededor y veo cosas. Muchas, muchas cosas, cosas
cotidianas, objetos y acciones que me rodean y me empapan con su gloria
y su nefasta banalidad. Sonrío. Hay luz por todas partes, el plástico
de las bolsas me retuerce la piel de los dedos. Afuera, bañadas por el
calor, las universitarias van de un lado a otro, con sus tetas
danzantes. Los universitarios se retuercen y gritan y ríen y beben y
fuman y lloran. Somos todo un coro, un universal cántico de vida, de
gloria. Bebe agua, mira cómo caen las motas de polvo.

Eso es todo lo que somos, pero es que, siendo eso, lo somos todo.

Ahora (al manso cínico)

Martillazos del dios del trueno en una campana de oro, sobre una torre de cristal.
Sombras ígneas, irisadas, que arrancan de la espira los destellos de la ira extática del tiempo.
Ha llegado el Ahora.
Ha llegado el Ahora y las nubes negras desaparecen con un estruendo y la luz inunda nuestras cuencas sorprendidas.
Si él para, sube tú. Sube hasta lo alto de la maligna espira vítrea y revienta el artefacto,
arráncale los más fatídicos y brillantes tañidos de pulsos áureos, porque ha llegado el Ahora.
Disfruta el estruendo, aliméntate de esa certidumbre, de la única certidumbre entre un océano intangible
e inconmensurable de caos.
Saborea los destellos del ónix frío que cubre el universo, hunde tus manos en esa seguridad, sácalas y bebe del zumo de las Hespérides.
Ha llegado el Ahora, ‘Carpe Diem’, si sabes lo que te conviene.

"En este hálito frío,
desde la escarcha,
dice la lombriz:
‘Decrepitud y tiempo,
todo es mío.’ "

Mira arriba, observa los astros arder con su ira incandescente, con su escéptico y nihilista relumbrar,
rugiendo mientras ejecutan su salto hacia la muerte térmica, mientras su decrepitud los anega.
Observa tu cuerpo, contempla cómo te pudres sin remedio, cómo tu cerebro decae como un imperio agonizante,
como una ciudad de angostas calles negras y olvidadas.
Observa todo esto y observa después esos ojos, ese pelo, esa piel que a mí me dio la vida y que ahora te la dan a ti.
Bebe de ella, sé un vampiro preternatural y absorve de ella la belleza intrínseca de la materia y de la existencia.
Ahora, tu conciencia no existe, existe vuestra conciencia, un estado de existencia superior, más alto y frágil.
Conoce ahora todo lo que no podías conocer antes, la muerte fría, la dolorosa vida, el cáustico nihilismo, la frágil civilización de los niños náufragos.
Respira, bebe un vaso de agua y siente cómo te llena de vida el gas y el líquido.
Bésala y acaríciala y siente cómo su tacto te llena de un estado tanto más superior a toda tu existencia anterior,
en tanto que ahora existes como nunca antes lo has hecho, porque mientras lees esto, existes Ahora.

Hazlo por mí o por ella o por ti o por el Absoluto Vacuum que nos espera tras la muerte y entre las estrellas muertas:
Vive el Ahora.

Ouroboros

Ouroboros

Libro I. Homo Faber

Libro II. Homo Sapiens

Libro III. Xenos

Libro IV. Endos

Libro V. Demiurgos

« Older entries